viernes, 10 de enero de 2014

Quebrada al horizonte



Describir sutilmente constituye

deslices entre castillos del tiempo;
Donde arden fuertemente pasiones
y mueren frías esperanzas a lo lejos.

El abandono no abandona sus frivolidades;

ni mantiene al margen el terror ni el desconsuelo
creí tenerte cual saladas oleadas;
su arena fina disuelve en su cuerpo.



"La culpa es de uno cuando no enamora"

Dijo el Maestro, arrebatando mis pretextos que servían

para mantener a salvo mis elecciones durante un tiempo,

Mas recordaría porque te amé desde entonces...

porque no quedamos inmóvil al borde del camino;
porque no congele el jubilo;
porque no quise con desgano.
No me salve entonces ¿Me salvare ahora?

Quizás después de esto ya no te guste tanto el maestro
Benedetti sabrá entender mis razones;
Como Avellaneda hoy lentamente distingo tu nombre;
que se cae a pedazos en su última noción.

Mas se que me amarás entonces en mi muerte;
porque no cedí al miedo desafortunado;
de buscar del mundo solo un lugar tranquilo.

Después de todo no solo grafitti, rock ni escepticismo;
nos queda por probar a los jóvenes...